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Ana Zaharciuc

Mi vida. Mi historia.




"Decide que serás feliz y lo serás. Decide que no dejarás que pase un solo día sin ver la vida con ojos de amor y la vida te dará razones para descubrir ese AMOR."


Ana Zaharciuc







Mi vida ha girado siempre en torno a aprender y enseñar, dar y recibir. Nací y me crié en Venezuela y viví en este maravilloso país hasta mis 28 años. Crecí inmersa en distintas culturas. Mis padres emigraron de Rumania a Venezuela y en casa hablábamos rumano. Estudié en un colegio alemán y de pequeña ya hablaba alemán, inglés y francés. Los idiomas se convirtieron en mi pasión muy pronto y la vida me dio el maravilloso regalo de poder dar clases de idiomas desde muy joven. Mientras estudiaba ingeniería química, que fue mi primera carrera universitaria, trabajaba como profesora de alemán e inglés.


Ser profesora llenaba mis días de alegría, hacía que mis ojos brillaran cada vez que entraba en el aula, ahí era yo misma. Estaba empezando a cumplir aquello que desde pequeña sabía que quería hacer con mi vida; enseñar y acompañar.




Lo más bonito que aprendí es que cuando das y entregas desde el amor, lo que recibes es muy grande.


 

La etapa universitaria terminó y mi curriculum tenía dos grandes posibilidades, trabajar como ingeniera química o seguir como profesora de idiomas. Exploré el mundo corporativo como ingeniera y trabajé un par de años en esta área, pero mis ojos no brillaban de la misma forma que lo hacían en el aula, así que agradecí a la vida la experiencia de haber estudiado esa carrera, la estructura mental que desarrollé durante todos esos años, la disciplina y todas las competencias adquiridas que sé que siempre me acompañarán, pero seguí con mi carrera docente que hacía que mi corazón bailara de felicidad.


He podido acompañar a niños, adolescentes y adultos en el aula y ha sido mi mejor escuela de vida. Cada uno de mis estudiantes ocupa un lugar muy preciado en mi corazón. Algo que siempre me caracterizó como profesora es que siempre mostraba un interés muy grande por la vida de mis alumnos. Pude observar en primera línea muchos corazones llenos de sueños, ilusiones, metas, pero también algunos miedos, tristezas y miles de historias de vida muy diferentes unas de otras. Quería inspirarlos a creer en sí mismos, a dar siempre lo mejor, a conocerse, a crear magia, a vivir la vida con alegría y esperanza. Fue durante todos esos años que descubrí mi interés por la psicología, por la inteligencia emocional, por el desarrollo personal… Siempre decía: «Un buen maestro debe ser un buen psicólogo».


Quería ser una buena mentora para mis alumnos y es ahí cuando comenzó mi formación hacia entender mejor al ser humano.



Descubrí que mi misión no era enseñar solo idiomas, traducción o escritura creativa sino enseñar FELICIDAD, apoyar a mis estudiantes en su crecimiento, acompañarlos en ese camino de descubrirse a sí mismos y sobre todo de darse cuenta de su grandeza.

 




Fui tutora de muchos trabajos de grado en los que las emociones y el cómo enseñar a los niños a comprenderlas y gestionarlas fueron un tema muy importante a investigar y en los que acompañé a mis estudiantes a escribir cuentos para trabajar las emociones en los colegios y crear materiales de apoyo para estos libros. Obtuve dos premios: Premio a la Producción de Actividades de Investigación y Creación Intelectual y Premio al Mérito Académico en la categoría: Innovación Educativa con Apoyo Tecnológico.


Mi vida dio un giro cuando me mudé a España y seguí enseñando de forma virtual buscando miles de formas para seguir enseñando, estando a 7.500 km de distancia, porque sentía que el esfuerzo valía la pena y quería seguir haciendo lo que tanto amo. Lo más bonito de esto es que descubrí que se puede seguir enseñando de corazón a corazón incluso estando lejos e incluso sin conocer «en persona» a mis estudiantes. Y es que cuando hacemos las cosas con el corazón, esa magia traspasa cualquier barrera.


A la par en este nuevo comienzo en mi vida volví al mundo empresarial, en el área educativa, como consultora pedagógica en una editorial alemana. Fueron 6 años muy enriquecedores, de mucho aprendizaje tanto personal como profesional. Compartí estos años con un gran equipo de trabajo y acompañando a profesores de colegios, institutos, universidades y academias en gran parte del territorio nacional.




Todas mis experiencias profesionales desde la ingeniería, la docencia y el mundo empresarial han sido mi inspiración para darme cuenta de que lo que realmente vine a hacer a este mundo es lo que hago hoy en día, y darme cuenta que es justamente lo que esa niña pequeña siempre soñó, me llena de emoción e ilusión:


Dejar huellas en muchos corazones, acompañando, ayudando y estando ahí con toda mi alma para todos los que lo necesiten.

 

En mi vida personal he pasado por momentos muy dolorosos, he experimentado muchas pérdidas, inestabilidad, cambios y grandes duelos que me han cambiado por completo. Todo esto mi cuerpo lo somatizó y me hizo vivir con migraña crónica diaria de alta intensidad durante 23 años. Los últimos años fueron los peores. Durante esos años pensé que nunca volvería a estar bien, que nunca viviría sin dolor. Atravesé tratamientos que cuando miro hacia atrás, me pregunto cómo pude aguantar todos sus efectos secundarios, toda la angustia y noches sin dormir. Nunca me rendí. Sabía que llegaría el día en el que las migrañas desaparecerían por completo. Trabajé mucho en mí hasta lograr entender cuál era la enseñanza de todo este dolor en mi vida. Cuando lo hice, las migrañas comenzaron a ceder, primero la intensidad, luego la frecuencia hasta que pude soltarlas y aprender a vivir feliz, conociendo muy bien mi cuerpo y gestionando correctamente mis emociones y pensamientos. Siempre creí en mí misma y en la fortaleza de mi cuerpo, alma y mente para superar esta condición. CUÁNTO me ha enseñado todo esto. Doy gracias, doy muchas gracias a cada dificultad, porque todo lo que he vivido he escogido vivirlo desde la resiliencia, desde la gratitud y desde el amor. Todo lo vivido me ha enseñado tanto.




Nunca he dejado de aprender, me formé como Terapeuta en Psicología Humanista para poder dedicarme a mi gran sueño de acompañar a muchas personas a sanar sus heridas de la infancia, a trabajar sus traumas de una manera amable y noble, a lidiar con problemas como ansiedad, depresión, dolores crónicos encontrando el origen de dichas manifestaciones así como yo misma lo hice. Las herramientas que manejo en terapia son maravillosas, nos permiten trabajar en menor tiempo y ordenar todo aquello que ha pasado en tu vida para que el camino que recorras sea de pasos firmes y seguros. El eneagrama, del cual me escucharás hablar mucho en terapia y en mis talleres, me cambió la vida, me permitió desarrollar una inteligencia emocional y relacional que fue un pilar fundamental en mi transformación personal. Es por eso que mis terapias comienzan siempre esquematizando tu personalidad, porque esto hará que tu camino de desarrollo personal sea mucho más dulce y bonito.


Cada uno de mis proyectos está creado desde el amor más grande, para que quienes participen en él, sientan que la vida es magia y se emocionen desde lo más profundo de su ser. Cada persona que entra a mi consulta o a mis talleres se convierte en una persona muy especial para mí y es una persona a quien atesoraré por siempre en mi corazón.



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